sábado, 23 de agosto de 2008

La forma inadecuada como se recolectó el aceite derramado, provocó mayor afectación en los corales.

Dice informe de Invemar: Derrame de aceite mató corales de Playa Grande

El derrame de 90 toneladas de aceite en la bahía de Santa Marta y Taganga provocó la muerte de un gran porcentaje de las colonias de coral en Playa Grande. Así lo revela el informe realizado por el Instituto de Investigacion! es Marinas y Costeras, “José Benito Vives de Andréis”, Invemar.
El estudio adelantado por el instituto fue radicado ayer en el Concejo del distrital, con un mes de retraso a la fecha establecida para su publicación y luego de la solicitud urgente y expresa del Ministro de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, Juan Francisco Lozano Ramírez, de que fueran revelados los resultados para determinar las acciones a seguir.
El “monitoreo de las zonas afectadas por el derrame de aceite de palma, en las bahías de Santa Marta y Taganga”, integra en detalle los elementos encontrados y concluye con un diagnóstico de la calidad de aguas marinas, la calidad de sedimentos, los ecosistemas marinos locales y rocosos, y un documento de recomendaciones.
En cuanto a la calidad de las aguas marinas, el documento elaborado por el Invemar señala que ! hubo un impacto de corta duración que incrementó la turbidez del agua y la concentración de grasas y aceites, lo que influyó levemente en el Ph del agua pero fue disminuyendo debido al proceso de degradación del aceite. Sin embargo, variables como la temperatura, salinidad y oxígeno “ se mantuvieron dentro de los niveles registrados históricamente. Lo anterior a nivel de la superficie.
En el fondo del mar la situación fue diferente ya que ahí se encuentra la mayor parte del aceite en proceso de descomposición, lo que según expone el informe “esta actividad por lo general consume el oxígeno del medio”.
Al explicar la calidad de los sedimentos, Invemar informó que “los contenidos de grasas, aceites y de materia orgánica indican que el aceite derramado floculó (agregación de partículas sólidas) hacía el fondo y se depositó en los sedimentos de Playa Grande, generando un i! mpacto sobre los mismos”.
Este proceso sería el que produjo los malos olores, debido a la generación de ácido sulfhídrico, por la descomposición del aceite y la coloración oscura, los cuales son indicativos de que se está llevando a cabo un proceso de degradación.
En su informe, el Invemar reconoce que con la información disponible es difícil determinar el tiempo que tardará en degradarse el aceite, ya que incluso pueden pasar años para la culminación total del proceso, por eso sostiene que “el impacto del aceite sobre los sedimentos seguirá durante el tiempo que permanezca éste proceso de degradación”.
El mayor grado de afectación, según manifiesta el resultado de los monitoreos que llevó a acabo el Invemar, fue detectado en los corales hasta los que llegaron para realizar los respectivos estudios y en donde el daño ecológico s! e evidenció no sólo por causa del aceite sino además de las acciones que se adelantaron para recolectar el aceite que cayó sobre el mar.
“El aceite derramado está afectando un número cada vez mayor de colonias de coral. Dicho compuesto al adherirse a la superficie de la colonia coralina, mata por sofocación los pólipos coralinos y corroe la matriz de carbonato de calcio de la colonia, debido a los ácidos grasos que libera”, puntualiza un segmento del informe.
El documento sigue detallando que cantidades significativas del aceite fueron encontradas entre las colonias coralinas, intacto o con bajo estado de degradación, consumiendo cantidades significativas del oxígeno.
Así mismo, el Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras, José Benito Vives de Andréis, revela que fueron encontradas colonias coralinas que perdieron un número sig! nificativo de su tejido vivo por sofocación al contacto con el aceite, este valor se incrementó a través del tiempo del monitoreo.
El informe señala en un ejemplo que “durante el último censo, una colonia de especie Meandrina meandrites, registrada días antes con afectación parcial, fue hallada completamente muerta”.
El segmento del estudio que se refiere a los corales finaliza precisando que las actividades de recolección que se adelantaron de manera manual, con el apoyo de pescadores de las playas afectadas ocasionó que los flóculos de aceite del piso se atomicen, dispersándose aún más, cayendo sobre las colonias aún no afectadas, incrementando el daño”.
El personal de Invemar que llevó a acabo el estudio, señala en el informe que la cantidad de personas asignadas a la labor de recolección, no eran las más aptas y que se les vio! golpeando colonias con los pies y aletas, generando un impacto mayor sobre estas especies.
RECOMENDACIONES
El Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras, José Benito Vives de Andréis, dedica un segmento del informe presentado ha recomendar un incremento en la prevención y capacitación para evitar o atender accidentes que puedan presentarse, como el derramamiento de aceite de palma, ocurrido a finales de abril en la ciudad.
A la luz de los resultados del estudio, es evidente que “el fantasma del daño ambiental” no ha desaparecido aún, por lo tanto deben iniciarse labores que permitan la limpieza y protección costas, mar, ecosistemas y fauna que fue afectada por el esparcimiento del aceite desde la bahía de Santa Marta, hasta las playas localizadas al norte del Distrito.
El Invemar precisa que deben llevarse a cabo operativos tendientes a efectuar la limpieza en diversas zonas, para ayudar a conservar vivos los corales que hoy día se encuentran cubiertos por aceite y que podrían verse en peligro de muerte. Para dar cumplimiento a lo anterior, el documento propone adelantar campañas de limpieza sobre el lecho marino, con la colaboración de buzos y personal especializado que contribuya en los procesos de remoción de los residuos del aceite.
Un monitoreo para inspeccionar el proceso de degradación, así como una valoración económica que exponga el impacto ocasionado por el derrame hacen parte del listado de sugerencias que hizo el Invemar.
Los resultados del estudio señalan en el área de las recomendaciones que “las empresas que desarrollan actividades en la zona costera del Distrito de Santa Marta tengan program! as de prevención y mitigación de accidentes. En caso de presentarse otro derrame, se recomienda una mejor preparación para la atención de la contingencia”.
La conservación del relicto de coral de Playa Grande es sugerida por el Invemar como “imperativa” para lo cual recomienda que “debe implementarse de inmediato un método de recolección de aceite aún presente en el fondo marino por todo el sector de Playa Grande, pero especialmente entre la comunidad coralina de forma tal que no genere más impacto ni mortalidad entre los corales y organismos del sector”.
“El seguimiento a las condiciones de recuperación de los ecosistemas coralinos y del litoral deberá realizarse por lo menos durante los siguientes 2 años, con una frecuencia de muestreo trimestral durante el primer año y semestral durante el segundo. Lo anterior para verificar la recuperación de las comunidades biológicas! ”, precisan las recomendaciones sugeridas a partir del resultado del estudio que realizó el Invemar.
Estas recomendaciones fueron también consideradas por el Ministro del Medio Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, Juan Lozano Ramírez, cuando sostuvo en su reciente visita a la capital del Magdalena que además de las sanciones que se aplicarán se debían establecer controles para reducir el riesgo de accidentes ambientales de este tipo, para que la ciudad pueda seguir exportando el producto (el aceite de palma), sin verse afectada por daños ambientales.
Al respecto, el Ministro de Ambiente expresó en su visita que “Santa Marta tiene que ser capaz de consolidarse como un gran destino exportador de estos productos sin que haya daño ambiental. Hay que comprender que la infraestructura actual ofrece riesgos. Hay una compañía importante y generadora de empleo en la región pero hay un! as condiciones de riesgo, entonces tenemos que derivar de este episodio, un estudio serio, que desate decisiones para que ese riesgo se reduzca”.
Así mismo, inspecciones para ejercer control sobre el funcionamiento técnico de las empresas localizadas sobre las costas de la ciudad fueron solicitados desde el recinto del cabildo, peticiones que seguramente se realizarán una vez más a la administración distrital luego del conocimiento de los resultados del estudio realizado sobre el derrame por el Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras, José Benito Vives de Andréis.

Juan Diego Gaitán Espitia Biólogo Marino B.Sc. MSc. PhD. Student - UACH
Universidad Austral de Chile
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